Originaria de Europa, esta hortaliza de delicado sabor se encuentra durante casi todo el año en el mercado en sus dos variedades, el apio dulce y el apio nabo. Su composición en aceites esenciales le confiere ese aroma característico y es la fuente de su acción laxante, mucolítica, estimuladora de la producción de ácido clorhídrico en el estómago y de secreción de bilis.
- Su tallo favorece a expulsar los gases y favorece la secreción de los jugos salivales y gástricos. Con la cebolla, es una de las hortalizas más remineralizantes.
- Altamente diurético, está aconsejada en dietas de control de peso, hipertensión y eliminación de ácido úrico.
- Es rico en calcio y beneficia la composición y fortaleza de los huesos y los dientes; también es rico en potasio, magnesio, carotenos y ácido fólico.
- Es un ligero estimulador del organismo, y se le atribuyen propiedades afrodisíacas.
- Es pobre en hidratos de carbono, por lo que se recomienda en personas con diabetes.
- Gracias a su alto contenido en vitaminas y fósforo, el apio beneficia a reumáticos y artríticos.
En cuanto al carrito de la compra:
- Adquiere siempre el apio bien fresco, el tallo ha de ser firme y crujiente, con hojas verdosas; si es blanquecino, estará más tierno y con un sabor más suave. Sin embargo, desecha aquellos con golpes, cortes o demasiado blandos.
- Una vez comprado, puedes dejar el tallo en agua fría para conservarlo más tiempo.