Si sois de los que me seguís por las redes sociales (facebok: chunfit, twitter: @la_chun, instagram: @chunfit) sabréis que a primeros de año, me dió por una nueva disciplina deportiva y no es otra que la bici de montaña. Ya ha pasado un tiempo, pero os voy a contar como ha ido la cosa.

Cuando empecé con mi cambio, allá por el 2014, mi dietista me recomendó solo caminar hasta que bajara un poco de peso. Las rodillas si no, iban a sufrir. Cuando quité unos 14 kilos, por abril más o menos, me subí a la bici. Una bici de paseo que me dejó mi padre y con la que estuve andando todo ese verano. Me metía por caminejos y por cuestas que madre mía, ahora que tengo una bici en condiciones, no se ni como fuí capaz con aquella carraca, jeje.
En una de estas cuestas me quedé tirada, fui incapaz de subirla, y desde aquel día ya no me volví a subir más. Mi cabeza siempre manda en nuestra relación y cuando las cosas no salen como ella quiere, se frustra y lo manda todo a la mierda. Eso antes, ahora intento no dejarla mandar demasiado, pero a veces cuesta. Jajjaja nunca mejor dicho «cuesta».

Me bajé de la bici, me di media vuelta y volví para a casa. Guardé la bicicleta y ahí se quedó. Volví a caminar y un mes después, allá por octubre de 2014 empecé a correr, pero esto es otra historia.
Lo que nunca se me fué de la cabeza y tuve muy claro, es que algún día volvería a por aquella cuesta. A resarcirme y completar mi venganza personal.

Mi primera salida con mi Scott, fué el 11 de marzo este año. Fueron 23,11 km en los cuales me vi muy cómoda y durante el trayecto se me pasó por la cabeza ir a la «cuesta» pero no quise al final porque sabía que si no era capaz de subirla, la cosa no mejoraría.

Todos los que me conocen me decían que iba a poder, después de dos años entrenando, mi fondo y mi potencia en las piernas tenían que estar preparadas. Así que en mi segunda salida, pensé en ir a por ella. Salí de ruta y de repente tras bajar una cuesta super empinada, me di cuenta de que acababa de bajar la cuesta que me dejó tirada la otra vez. Esto fué cosa del destino. Paré, me dí la media vuelta y empecé a subir aquella cuesta que acababa de bajar y que era la mieeeeeeerda de cuesta que me frustró la otra vez.
¿Quieres saber si pude con ella o no? Visita mi stories de instagram @chunfit