Este título es un poco raro porque el requesón es un lácteo, lo sé, pero para mi, es el mejor. Por eso lo enfrento a todos los demás. Mejor que el queso, que el yogur, que el kéfir…
El requesón es un derivado lácteo de sabor suave. Lo puedes comer solo, en una tostada, con verduras, en ensalada… Pero también va genial en las recetas dulces. Además, si cambias la nata o el queso por el requesón, reducirás las calorías del mismo considerablemente.
Mi forma favorita de comerlo es esta:
- Vuelco la tarrina de requesón en un vaso. Yo compro de la marca «Pastoret» (en alcampo el pack de 2 cuesta 1,44€)
- Le añado una cucharadita de cacao en polvo desgrasado valor.
- Un chorrito de edulcorante (el que tú uses)
- Dos cucharadas de bebida de almendras (o si tu prefieres leche de vaca, oveja, cabra, bebida de coco, de soja, de avena… o simplemente agua) Solo es para diluir un poco la mezcla y que no quede tan espeso. ¡¡Maravilloso!!
Valor nutritivo
El requesón es un producto lácteo que se obtiene a partir del suero fermentado del queso. Éste se calienta a unos 90ºC para que sus proteínas formen una masa mantecosa, de consistencia blanda y color blanquecino. En su origen, el requesón se elaboraba con suero de leche de cabra o de oveja, pero hoy en día se utiliza, en su mayoría, suero de leche de vaca.
Es un derivado lácteo y, como tal, se considera un alimento rico en proteínas (9,9 g/100 g). Tiene cuatro veces más proteínas que la misma cantidad de leche y el doble que un yogur. Las más abundantes, la lactoglobulina y la lactoalbúmina, son de gran valor biológico e incluso de mayor calidad nutricional que las de otros lácteos como la caseína. Esto se debe a que el requesón contiene mayor cantidad de seroproteínas (proteínas del suero), que reúnen todos los aminoácidos esenciales.
El requesón es apropiado para dietas bajas en calorías y en grasas
El contenido de grasa es menor que el de la mayoría de los quesos, ya que aporta unos 7,3 g por 100 g, la mitad que la misma porción de queso fresco y cinco veces menos que un queso curado, uno de cabra, un roquefort o un queso tipo Cabrales. Por ello, el requesón es un alimento apropiado en una dieta baja en calorías y en grasas y colesterol, así como en la alimentación de personas con el estómago delicado, ya que es fácil de digerir. De su contenido mineral sobresalen:
– calcio (591 mg/100 g), cinco veces superior que en la misma proporción de leche
– fósforo (329 mg/100 g)
– potasio (111 mg/100 g).
Entre sus vitaminas, destaca la cantidad de vitamina A (100 mg/100 g), B12 y, en proporciones discretas, el resto de vitaminas del grupo B (B1, B2 y ácido fólico).
SUCEDÁNEO DE REQUESÓN CASERO
Elaborar en casa un producto de aspecto, textura y sabor similares al requesón es sencillo y rápido. Es una manera curiosa de experimentar el efecto de la química en un alimento tan cotidiano como la leche. Sólo se necesita un litro de leche fresca del día y limones (o vinagre). La leche debe estar a unos 37ºC, muy templada, porque si hierve es fácil que no coagule. A continuación, se añade el ácido (limón o vinagre) en una proporción orientativa de dos cucharadas soperas por un litro de leche.
En este momento comienza la reacción química. El ácido reduce el pH de la leche, se vuelve ácida y, en consecuencia, precipitan las proteínas (la caseína, la más abundante). Pronto se observa que la leche se «corta» y queda una parte sólida (de aspecto similar al requesón) y una parte líquida (el suero). Se deja reposar la mezcla una hora para que se separe por completo el suero del sólido y, pasado este tiempo, se filtra con una gasa o un paño y el sucedáneo de requesón ya está listo para degustar.