Esta semana, podría haber sido una más, una cualquiera de entrenamiento, buenos alimentos y cuidarse al máximo. Pero ha tenido una peculiaridad, y es que el martes 10, cumplí mi primer año en el «Full Fitness». Un año ya! Sin fallar ni un día, bueno, al principio si, pero ya os conté porqué, pero desde que empecé a entrenar con Javi, no he faltado ni un día. He tenido suerte porque no me he puesto enferma ni me he lesionado, por lo que ha sido fácil no fallar.

En esta semana, he ido de tarde al gimnasio. Me gusta más que ir por la mañana ya que tengo el tiempo justo, sin embargo por la tarde tengo más tiempo para entrenar. Aún así, y entrenando más tiempo, por la mañanas prontito me he ido a correr 3 días, los días que no hago cardio. Lunes, miércoles y viernes, aunque cambié el viernes por el jueves.
Cada día me gusta más y cada día aguanto más. Es una sensación adictiva.

El sábado, circuito. Los sábados se dividen en dos. Los que trabaja Javi y los que no. En los que trabaja, la rutina me la va marcando a medida que avanza la mañana, pero los que no trabaja, como va a entrenar, hacemos lo siguiente. Quedamos en el gym, nos tomamos un café de la máquina y me va escribiendo y explicando el circuito. Al terminar el café, entramos en la sala y él va a lo suyo y yo a lo mio. Procuro quedarme con todo porque no me gusta nada molestarle cuando está entrenando, sé que no le mola nada que le interrumpan y a mi tampoco molestar. Es lo que tenemos los «Titanes», nos concentramos demasiado durante las rutinas. Ja Ja Ja.